Xx DeDoS mOjaDoS xX
jueves, mayo 11, 2006 Desde el jardín infantil....

El otro día estabamos follando con mi amante del momento y me acordé como lo conocí. Yo estaba en un chat con la simple excusa de querer pasar un rato entretenido. Eran las 9 de la mañana, estaba en mi casa, con pijama, recién bañado y con una erección indomable.
Como la suerte me acompaña de vez en cuando, el mino con el que estaba chateando vivía a tan sólo dos calles de la mía. Me bajó la curiosidad por saber quién era, ¿será aquel vecino con el que tanto me pajie tardes enteras, imaginando inocentemente que él llegaba hasta mi antejardín con la idea de penetrarme, destrozarme y partirme en mil pedazos?, o ¿es ese muchacho que tanto se pasea en bicicleta con esas calzas apretadas que le dejan el culito apretadito, listo para introducirle el miembro de forma feroz, hasta sacarle un par de gemidos?
Sin dudarlo dos veces le dije que viniera a mi casa, total estaba solo, mi vieja hace poco había salido, entonces disponía de un lugar para concretar mis deseos carnales.
Para mi sorpresa, cuando nos encontramos cara a cara debajo del umbral de mi puerta, ambos nos quedamos mirando fijamente. De algún sitio nos conocíamos, antes ya habíamos estado juntos. En nuestra pasada infancia compartirmos mañanas enteras en el jardín infantil. Siempre tuve la leve sospecha que su mirada se perdía entre medio de mis piernas, su curiosidad iba más allá de nuestro colorido delantal. Recuerdo que una vez jugando a la pinta, el me tocó el trasero fuertemente, lo agarró de tal forma que sentí como sus dedos se incrustaron en mis nalgas, como si trataran adentrarse, de ir más allá.
Como el buen niño que soy, dejé que me lo tocara, total, que tiene de malo que me agarren el poto.
Ahora, años después estaba dispuesto a ir más allá que un simple agarrón, estaba preparado a contener toda su pasión dentro de mí.
Lo hice pasar, nos dirigimos a mi pieza, nos sentamos en la cama y conversamos. Ahí pude darme cuenta que es una persona con un carácter fuerte, dominante, típico weón pesado y parado en la raja. Eso me gustó, me llaman la atención los minos que tenga una personalidad trasgresora, que puedan dominarme, porque sino es así, mis aires de superioridad se hacen presente y barro el piso con el weón con el que esté.
Nuestros labios se juntaron, su mano se posó nuevamente en mi trasero, apretándolo con mas fuerza aún. Ví como su miembro se hinchaba por debajo de su jeans. Lo dejé en boxer, estaba tan caliente que lo único que quería era chuparselo, comermelo todo.
Recorrí con mi lengua sus húmedos pectorales, la introduje en su ombligo, mojé sus vellos púbicos, saqué el boxer, y por primera vez en todas mis experiencias sexuales, tuve miedo.
Mi ano tembló, mi boca se estremeció, como mierda iba a introducir ese medio pedazo de carne por mis entrañas. Sentí un cosquilleo en la guata, me preocupé, mi vida corría peligro con ese tremendo pene que tenía enfrente mío. ¿Cómo es posible que teniendo 21 años, se gaste esa media herramienta?, ¿y ahora quién podrá defenderme y sostener mis dos piernecitas lo mas abiertas posibles para que ese pedazote de carne entre enterito?
Se lo chupé un rato, a veces me daban arcadas por lo profundo que se introducía. Mientras se lo mojaba, me encomendaba a todos los santos para que me ayudaran a soportar tamaño trozo.
La hora llegó, lo tiré de espalda, me acomodé, me persigne y me senté de una sobre su miembro. Me sentí como Caupolicán sentado en la pica. Nunca antes había experimentado esa sensación de que mis entrañas se rajaran lentamente. Ya veía que su pene me atravesaba y moría en el intento. Al principio me corrían las lágrimas y el pobre colchón quedo todo arañado. Después se me pasó y lo goce al máximo. Cabalgué como media hora encima de él. Supuestamente tenía que estar en la U a las 11, pero a esa hora la lucha estaba en pleno. Lo hicimos parado, de guata, de lado, en el suelo, arriba de la cama y en la puntita del sofá.
Cuando acabó, creí que el condón se iba a reventar debido a la fuerza de expulsión de su chorro.
Al terminar le dije que se fuera, que otro día nos vieramos. Llegué a clases con un dolor inmenso, apenas me podía sentar, tenía que ponerme de lado para que no me doliera el culo.
De vuelta a casa pensé que ahora la vara quedaba alta, el próximo amante por lo menos tiene que ganarle en 1 cm para poder sentir mas placer que con este mino. Nunca tan tonto, lo llamé apenas llegué y le dije que nos siguieramos viendo.
Desde ahí hasta ahora ha pasado más de un mes. Tontamente pensé que se iba a volver rutinario, que siempre ibamos hacer lo mismo, que nada superaría nuestro primer encuentro,
pero lo que no sabía, es que lo mejor estaba por venir.

Xx Piero xX


Posted by il Piero :: 5/11/2006 10:38:00 a. m. :: 2 comments

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