Xx DeDoS mOjaDoS xX
jueves, abril 27, 2006 Un vaso de leche por favor!

¡Me fascina la leche!
Cada vez que tengo la oportunidad de tomar un poquito de leche, el goce ultraterreno que siento cuando ese líquido toca mis inocentes labios, es indescriptible.
El otro día estaba con un amigo en su casa. Estabamos viendo tv, me ofrecío que nos prepararamos algo de comer, me preguntó que iba a tomar, sin dudarlo dos veces le dije que me tomaría un vaso lleno de leche.
Recuerdo que cuando era un niño, me encantaba sujetar la mamadera con mis pequeñas manos y absorver, absorver y tragarmelo todo, sin dejar niguna gotita de leche, ni menos desparramarla.
Me gusta la leche tibia, recién exprimida, con esa calor natural con el que sale expulsada. La leche fría me desagrada un poco, toma una consistencia mas densa, difícil de digerir. Es por eso que mi amigo me ofrecio leche tibiecita, directo en mi boca, me dejo succionar su mamadera hasta que le arrebatara hasta el último chorro.
Creo que se me pasó la mano, y fui un poco patudo, porque me la tomé toda y no le dejé nada. Quedó seco, tendré que ir una segunda vez para reponerle la leche que me bebí.
Por ahora busco algún lechero que me tenga contento todo el día, que no se le acabe los suministros de ese líquido blanco, lleno de vida y reconfortante.
Me fascina mucho la leche, me encanta que esta me deje una aureola alredor de mis labios, al momento de beberla.

Xx Piero xX

Con cariño, y ansioso de que me combide de la suya
Para Mister Sigur

Posted by il Piero :: 4/27/2006 08:55:00 p. m. :: 6 comments

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La práctica hace al maestro

Cuando era chico, observaba siempre las vienesas que mi madre compraba en el supermercado.
Me gustaba tocarlas, sentir como se escabullían entre medio de mis dedos y pasarle tímidamente la lengua. Un día, tomé una, le dí un gran mordisco, y me la tragué. Mi madre notó que había masticado la vienesa. Se acercó a mi lado, cruzó sus brazos a la altura del pecho y me reprochó: "nunca te comas las vienesas crudas, te puede hacer mal para la guatita". Creo que mi sabia madre por primera vez se equivocó. Me he comido tantas vienesas y longanizas crudas, y nunca me han hecho mal para esl estómago.
Tambien recuerdo cuando me retó por jugar con los arrollados primavera. Era común que mi padre, después del trabajo llegará con un paquete lleno de arrollados. Mi insaciable apetito me hacía correr hasta la cocina, sacar unos y comenzar a lamerlos. Me encantaba introducirlos en mi boca, humedecerlos con mi saliva y hacer el movimiento de adentro hacia afuera, adentro hacia afuera. Cada vez que lo hacía, conseguía que su masa se fuera ablandando y así era mas fácil mascarlo. Lo malo es que no siempre lograba esos resultados, hay cosas que introduzco en mi boca y hago los mismos movimientos, y en vez de conseguir que estos queden mas blando, produzco el efecto contrario, se van endureciendo cada vez más, más y más.
Un día mi madre me soprendió y me dijo con el ceño fruncido: "con la comida no se juega, si ya lo probaste no lo puedes dejar tirado, te lo tienes que comer todo".
Desde ese día le hago caso a mi santa madre, cada vez que pruebo algo me lo como todo. No dejo nada para después. Y tambien le agradezco a las vienesas y a los arrollados por hacerme un maestro a la hora de comer, gracias a ellos en mi humilde opinión, creo que doy las mamadas mas excitantes que una persona pueda dar.
¿Quieres probar?

Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/27/2006 08:37:00 p. m. :: 1 comments

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sábado, abril 22, 2006 Manzanita del perú....

Me encantan los traseros que tienen forma de manzana. Me exitan. Al ver uno caminando al frente mío, el pene se me levanta como una fiera indomable en busca de esa comida dulce que lo satisface.
Me encanta tener uno entre mis labios, morderlo, desgarrarlo como si fuera una manzana verde recién cosechada. Me gusta dejarlo bien babeado antes de pegarle un mordiscón, o jugar con mis dedos dentro de su cabidad, y despúes introducirme dentro de esa bonita y bien formada manzanita.
Pocos han sido los culos que me han provocado un orgasmo fulminante. Hay potos feos, caídos, sin gracia, peludos, gordos, deformes, todos esos ni si quieran logran calentarme con tres piscolas en el cuerpo. En cambio esos culos redondos, parados, duritos, me hacen acabar a simple vista. Despiertan mi bestia indómita, esa que se descarrila y le dan ganas de culear a esa maravilla de dios, todo el santo día.
Me encanta marcar esos potos, dejar una huella en ellos, tirarle mis fluídos encima para que todos sepan que por ahí pasé.
Si me dieran a escoger entre las peras y las manzanas, no lo dudo dos veces y me quedo con las segundas. El sólo hecho de contemplarlas me calienta y desgustarlas.... ufff, sin comentarios.
A veces me dan ganas de ser profesor, para que mis alumnos lleguén con una manzana todos los días. De seguro me alegrarían la mañana, me dejarían contento, caliente por follarme un rico trasero, y cantando "manzanita del perú, cuantos....."

Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/22/2006 11:55:00 p. m. :: 2 comments

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viernes, abril 21, 2006 Cita con el doctor 1

- Doctor: Muchachito ¿usted piensa que es posible experimentar el dolor y el placer al mismo tiempo?
- Piero: ¡Obvio!, de eso se trata la penetración anal. Es la manera más placentera de ser penetrado y también de ser lastimado. Todos los nervios finales están en tu trasero, pero si no estás excitado, o sino lo haces bien, las cosas pueden terminar realmente mal.

Posted by il Piero :: 4/21/2006 11:20:00 p. m. :: 3 comments

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Porrazo de adolescente

Tener sexo con alguien mas joven puede ser divertido si estas de humor.
Una de las mejores experiencias que he tenido fue con un joven adolescente de quince años. Creo que él era virgen. Dificilmente tenía vello púbico, lo tenía circuncidado, así que la cabeza era toda para mí. Solía visitarlo en las tardes. Él salía temprano del colegio y siempre estaba solo, así que lo hacíamos constantemente en su casa. Cuando tuve sexo por primera vez con él fue sorprendente, era un pequeño niño entre mis brazos, tratando de encajar su escurridizo e inexperto miembro en mi cabidad dilatada por sus traviesos dedos. Recuerdo que él estaba fascinado con todo, con la forma de mi ano, con los movimientos espasmicos que hacía mi pene cuando el suyo rosaba bruscamente mi próstata, con lo audaz de mi lengua cuando mojaba su trasero para incrustarle mi apendice duro y estático.
Él no tenía miedo de incursionar, quería probarlo todo, quería que se lo diera todo, era un insasiable de mierda. Lo levanté en mis brazos, sus piernas cruzaban mi espalda, mi pene entraba sin pedir permiso en su culo apretado, dejando escapar unas leves gotitas de semen cuando me fuí dentro de él
El único inconveniente es que no lo tenía muy grande, pero igual se lo devoré, y me tragué todo su amor cuando me lo dio. Me gustó hacerlo con él, recomiendo tener sexo con alguien más joven, son inexpertos, con deseo de aprender, con toda la pasión reprimida buscando escapar por todos los orificios. Mi pendejo me hizo reír, me hizo llorar, me hizo gritar, me hizo morder la almohada, me hizo acabar. me hizo tira en mil pedazos.
Creo que ha sido una de las mejores experiencias eróticas que he tenido.
Él me dejó, ahora es grande y sale con alguien menor.
Eso es lo que consigues.
Algunas veces ganas y otras pierdes.

Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/21/2006 10:29:00 p. m. :: 0 comments

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jueves, abril 20, 2006 Confesionario (confensando mis pecados)

Confieso que discrimino, que mi obsesión por las vergas grandes tiene que ver con la medida de mi boca, de mi lengua y de mi trasero. Y que un hombre mal dotado, no me erecta ni el dedo chico del pies.
Confieso que amo la palabra pico y que no la uso por pudor.
Confieso que reprimo a la mitad a ese déspota, maniático, dominante y pedante tipo que soy, en la cama.
Confieso que no soporto prestar el culo o el pene si es que no quiero, y que cuando la rabia me toma, voy y me pongo en semanas de abstinencia.
Confieso que he tenido sexo con tipos de variadas profesiones, edades, nacionalidades y estratos sociales, pasando de gerentes, a estudiantes, ferianos, y uno que otro weón casado por ahí.
Confieso que si mi educación católica, apostolica y romana, potenciada por el colegio marianista al que pertenecí, no hubiese atravesado mi vida, sería un guarro de proporciones y dejaría incluso que un perro me lamiera las bolas embetunadas con mermelada.
Confieso que jámas he tenido sexo borracho, siempre me acuerdo de cada una de las mamadas que he dado en mi corta existencia.
Confieso que siempre, pero siempre me fijo en el paquete del mino que me gusta, así calculo su potencial y el goce a futuro que voy a obtener.
Confieso que me he corrido la paja varias veces teniendo sexo teléfonico con el primer candidato que se ofrezca en el chat, acabando en reiteradas ocasiones en las teclas del aparato.
Confieso que tengo la pátetica costumbre de gritar cuando me lo están metiendo muy fuerte y estoy a punto de irme cortado. Soy escandaloso, lo reconozco.
Confieso que mi pobre consolador ya está a punto de jubilar y que no me seguirá acompañando en mi tardes de autodescubrimiento sexual.
Confieso que mi fidelidad es falsa, más bien soy un obsesivo compulsivo al borde de ser un psicópata descarriado.
Confieso que me demoro en llegar al orgasmo, muchas veces no puedo acabar, prefiero mil veces complacer al otro, dejarlo seco, antes de mostrar mi vulnerabilidad cuando expulso toda mi calentura por mi conducto urinario.
Confieso que me gusta que me la metan hasta el fondo, que me den duro, rápido y fuerte. Sentir como el vello púbico roza mi trasero haciendole cosquillas.
Confieso que los mejores revolcones que he tenido, han sido los ocasionales, los de si te he visto no me acuerdo, porque quedo liberado de cualquier atadura.
Confieso que me masturbo en la ducha, en la cama, en el baño de la U, en el supermercado, en el mall, en el patio, en la casa de turno que esté visitando, en la boca de mi amante, en la cara de mi sometido, en el trasero de mi víctima.
Confieso que si fuera mujer sería peor de lo que soy, me los comería por montones, sin hacer muchas diferencias ni distenciones.
Confieso que me gusta exitarme mirando a los hombres en la calle, en la micro, en la U, y fantasear las cosas mas bizarras con ellos.
Confieso que me gusta el sexo, y que me den con tutti.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, perdón por mis pecados, ahora y siempre por los siglos de los siglos.... Amén.

Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/20/2006 09:41:00 p. m. :: 1 comments

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miércoles, abril 19, 2006 Goma de mascar

Cuando acaban en mi boca, saboreo gustosamente el sabor de ese líquido agridulce lleno de proteínas y nutrientes que se mezcla con mi saliva, creando una sustancia única, facíl de manejar por mi lengua, que se va colando lentamente entre medio de mis dientes, hasta tocar mis amigdalas y bajar por mi garganta, la que emite unos sonidos extraños cuando me lo trago.
Cuando acaban afuera, espero que el semen se enfríe, que tome consistencia, que deje de ser aguado. En ese lapsus lo huelo, me exita mucho el olor a semen, es especial, como un olor a pulcritud, a algo sagrado. Después de un rato lo tomo con mis dedos, juego con el como si fuera una plasticina, voy haciendo bolitas, las introduzco en mi boca y las masco como si fueran un chicle.
¡Me encanta masticar el semen!, puedo estar horas ejercitando mi mandíbula, pero todavía me pregunto ¿por qué no puedo hacer globos con él?
Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/19/2006 10:28:00 p. m. :: 0 comments

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martes, abril 18, 2006 Pensamientos en clases

Déjate de mirar la pizarra. ¡Miráme!, ¡miráme!, quiero quitarte la ropa, sentarme en tus piernas, sentir como tu miembro se va hinchando, tocarlo con la yema de mis dedos y masturbarte lentamente. ¡Miráme!, ¡miráme!, ¡no ves que estoy caliente por tí!, quiero arrodillarme, pasar mis labios en tu rosada y pequeña cabeza, estimularla, quitarle ese sueño que la atonta.
¡Miráme!, ¡miráme!, ¡no observes al profesor!, ¡para de lamer el lapiz y succiona esta pieza erecta que grita desesperada por tí!
¿Qué te pasa?, ¿no te gusto?, ¡no importa!, lo único que quiero es que me penetres con esa forma salvaje y agresiva que reprimes desconsideradamente.
¡No!, ¡no dejes de mirárme!, ¡no pongas los ojos blancos!, ¡quiero acabar con tu mirada incrustada en la mía, por favor!

Xx Piero xX

Posted by il Piero :: 4/18/2006 07:57:00 p. m. :: 0 comments

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lunes, abril 17, 2006 Conejito de Pascua

Ayer el conejito no pasó por mi casa. Me desperté un poco inquieto por las ansías de salir a buscar mis mas preciados huevitos de chocolates. Me encantan esos dulces afrodisíacos. Me exitan de inmediato. Cada vez que me como un chocolate tengo que tener sexo o encerrarme en el baño a masturbarme.
Cuando corrí por el pasillo de mi casa buscando mis huevos, fue tal mi decepción al no encontrar nada que mi pene se agachó bruscamente al ver que no iba a comer huevitos de chocolate.
¿Qué pasó conejito que no me pasaste a ver?, ¿me porté muy mal el año pasado?, ¿pero si sólo tuve sexo un par de veces, no hice nada del otro mundo?
Desilusionado por no encontrar un par de huevos en el living de mi casa, me bañé, me emperfumé entero, me pusé unos boxers apretados (de esos que te dejan el paquete bien afirmado, estático, en un solo lugar) y decidí ir a buscar unos huevos que me saciaran el apetito.
Caminando me encontré con un amigo que me sacó pica al mostrarme su bolsa llena de huevos. Me invitó a su casa. Nos sentamos en el comedor. Me dijo que no me preocupara, que el me daría algunos de sus huevitos. Le dije que bueno, nada de tonto.
Al rato estaba en cunclillas, saboreando unos enormes huevos forrados por una piel arrugada. Estaban afeitados, cada vez que pasaba la lengua sentía su piel suave, lisa, como la de un recién nacido. Jugué harto rato con sus huevos, lo malo es que no eran de esos huevos huecos que al morderlo se hacen trizas, ¡no!, estos eran duros, y se contraían cada vez que introducía uno de ellos en mi sutíl boca. El tambien jugó con mis huevos, los liberó de esa prisión que estaba a punto de estallar al sentir esos enormes huevos posados en mi lengua.
Ayer el conejito no paso por mi casa. No comí huevitos de chocolates, pero reconozco que el sucedado estuvo exquisito. Hasta ahora siento su sabor en mi lengua.

XX Piero XX

Posted by il Piero :: 4/17/2006 10:38:00 p. m. :: 0 comments

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Me gusta mi pene

Me gusta mi pene. Me gustan los penes. A veces me lo miro en el espejo cuando estoy desnudo y me pregunto como se vería sin vellos, como cuando era un bebé. A veces me siento en la taza del baño cuando salgo de la ducha y abro las piernas. Me miro la zona que conectan mis testículos y mi trasero, para saber que es lo que contemplan los otros con tanta admiración cuando se hunden en esos lugares recónditos. ¿Que hay ahí que yo no sé?
A veces me meto el dedo en mi trasero y me meneo alrededor de esa oscura humedad y siento como si fuera un pene o una lengua que está dentro de mí. Saco mi dedo y lo huelo. Es difícil describirlo. Cuando estoy recién bañado huelo como un bebé, fresco y lleno de vida.
Amo a mi pene y a mi trasero, es la completa suma de la vida. Este último es el lugar donde han sucedido las cosas más dolorosas, pero me ha dado un placer indescriptible.
Mi trasero es el templo del aprendizaje.

XX Piero XX

Posted by il Piero :: 4/17/2006 10:02:00 p. m. :: 0 comments

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